Capo d`anno

El hecho de pasar fin de año por aqui fue premeditado y con alevosía. Sin duda un plan de Davide siempre tiene garantias de ser un exito y este no fue menos, luego el de pasar algo diferente y fuera de casa siempre es exótico. Puede que no sea el último.

Me fui con un grupo de amigos italianos a Tagliacozzo, pueblo a las puertas de el Abruzzo desde el Lazio. No tiene desperdicio desde la plaza hasta el barrio que sube por la montañas, donde esta bordeado por un torrente y un acantilado, todo empedrado y decorado con la nieve.

Es bastante conocido en Roma por su proximidad y en fin de año debe ser la estación alta porque la plaza estaba llena de pipiolas con minigona.

Sin duda los españoles sabemos montar jaleo, pero como ambiente creo que nos ganan aquí. Con cuatro cosas se monta enseguida un sarao: una chimenea, un vino, una mesa y los amigos con

ganas de contar risas uno pasa un par de tardes como el que no quiere la cosa.

Como Ovidoli estaba cerca, nos acercamos y de paso alquilamos un trineo para tirarnos por las pistas y poner a prueba micopola con sus orejeras.. que calorcito que dan.

¡¡Feliz Año Nuevo a todos!!

Dejo la historia del pueblo por si alguien quiere saber más:

La Batalla de Tagliacozzo tuvo lugar el 23 de agosto de 1268 con la victoria de Carlos, duque de Anjou, sobre Conradino, conde de Suabia.

Carlos, hermano de Luis IX de Francia y el primer conde de Anjou, controlaba el Reino de Sicilia desde 1266, tras la victoria de las tropas angevinas sobre las gibelinas en la Batalla de Benevento. Contaba con el apoyo del papa Clemente IV.

Conradino, hijo de Conrado IV y nieto de Federico II Hohenstaufen, con tan sólo 16 años, intentó recuperar el reino siciliano para lo cual cruzó los Alpes al frente de un numeroso ejército alemán entrando en Roma el 29 de junio de 1268 donde se le sumaron las tropas deEnrique de Castilla.

A pesar de la superioridad numérica del ejército de Conradino (9000 efectivos) frente a las tropas de Carlos (6000 efectivos) la mejor estrategia de este le llevó a la victoria lo que supondría la permanencia de la Casa de Anjou en Sicilia hasta el año 1282 en que fueron expulsados tras los sucesos conocidos como Vísperas sicilianas. Tras la batalla fue hecho prisionero Enrique de Castilla¹