Hoy tenia que ser un domingo cualquiera por aquí. Había planeado hacer mi típica salida en bicicleta, comer, siesta, un paseo por el centro y hacer mis tareas hogareñas antes de irme a dormir.. ingenuo de mi!
Justo levantarme he visto que la lluvia caiga de tal forma que era imposible que saliese a pasear con mi chiquilla, así que enseguida mi compañero Alessandro me ha llamado para anular el entreno y montar un plan alternativo: desayuno en un lugar típico romano.
Luego quería ver el Museo Vaticano, pero la cola llegaba a San Pedro y hemos desistido rápido y nos hemos decantado por un paseo por Roma. Luego nos hemos juntado con Marco (otro apasionado del ciclismo) y su novia para ir a comer a "il canneto" restaurante de típica cocina casareccia de la Provincia de Roma (situado en Grottaferrata) donde todos los ciclistas campeones del mundo han estampado su firma, han dejado un magiot o tienen un pequeño altar. Aquí empieza cosa interesante.
Marco, casinista empedernido, ha tenido la ocurrencia de presentarme al dueño del negocio como un famoso corredor español, "Puro" Rodrigo (toda semejanza a la realidad es pura coincidencia). Durante la comida hemos aprovechado la broma para incordiar a la nieta del dueño, justificandonos que estudia castellano, y convencerla para que se sentara con nosotros y nos diera su número de teléfono (ayudados por una tía suya). Pero aun nada nos hacia pensar la gran bola de nieve que estábamos creando, que un poco más y nos aplasta.
Al terminar de comer el buen hombre, apasionado del ciclismo, conocedor de todos los corredores del pelotón internacional, que solo cierra una semana el restaurante para ir a ver el mundial de ciclismo ahí donde se celebre, ha venido con una revista para que firmara encima de la foto de nuestro querido corredor (no le he podido negar este pequeño placer a tal gentil hombre). Pero esto solo ha sido la apertura de la veda, porque no conformándose con un autógrafo ha querido una foto (no me he podido negar ante tal emoción, hacer feliz a ese hombre no tiene precio) y a preguntar un poco por el equipo y los compañeros, en especial un italiano, que no conocía pero que he salido del paso diciendo que era algo estirado pero en el fondo buena gente.
Luego ha empezado a salir gente de la cocina, sobrinos?, cocineros, camarero.. y han empezado a preguntar por la vuelta a España, que casi gano, y se ha llevado un italiano por culpa de la crono, a hacerme fotos (menos mal que salían mal y no se me ve mucho la cara) a darme besos las mujeres y a traerme tarjetas del local. Durante mi minuto de gloria he perdido de vista a mis amigos y el hombre a vuelto a salir con un licor que me ha regalado con este mensaje: "El amaro (licor dulce italiano) de un ciclista es la subida, para ti este amaro para que sea más dulce" Ya estamos en la gloria!! solo faltan aplausos.. besos y abrazos para todos, a alguno creo que se le ha caído una lagrima de la emoción.
Simultáneamente seguíamos la broma de la nieta, que también ha salido a despedirme y darme dos besos. Hemos aprovechado para pedirle otra vez el teléfono, pero a pesar de que hasta la madre insistía, no hemos conseguido el tesoro.
Mientras tanto una voz me llamaba: "andiamo Anto" (Anto? se habrá preguntado alguno del local..) he conseguido salir de ahí y con la emoción aun en el cuerpo les he contado lo del licor y, a mi sorpresa, el buen hombre no solo me ha regalado la botella..¡¡¡NOS HA INVITADO A COMER A LOS CUATRO!!!
Aquí hay que salir por patas ya. Mientras la gente aun se despedía en la puerta, nosotros nos subíamos en el coche ya encendido y casi derrapando del parking para coger la primera carretera en dirección a casa.
Así que si uno ve fotos mías por Internet con otro nombre o aparezco en una cuneta, que no se asuste.. porque cuando se descubra el pastel, tendremos para todos.
Ahora!, dentro de 10 años, vuelvo para ver si aun tienen mi foto.
Saludos de "Puro"
